No todos los Unplugged son Necesarios
Llevo tiempo esperando el unplugged de los auténticos decadentes, sale el próximo mes, al chile no me gustó el sencillo con Mon Laferte, pero quizás, sea más porque la Natalia Lafourcade tatuada, me suena tan igual en cada una de sus somníferas y ahuevonadas canciones, pero aún así me emociona e ilusiona.
Pero en lo que esperaba algún nuevo sencillo, alguna nueva probadita, empezaron a salir los sencillos del unplugged de Molotov, primero el gimme tha power, aquella canción que sonaba tan cabronamente revolucionaria y transgresora en 1997, si ya hace 20 años del putazo musical que fue Molotov, suenan un putero de años y lo son, he de confesar que sin llegar a ser groopie, era un adolescente en 1997 y la neta me volví fan, iba al Mixup a comprar cada nuevo disco de “la molocha”, recuerdo cuando salió molomix, ¡Puta, que versiones! Escuchar “chinga tu madre” en versión poesía era un agasajo, además fue el primer disco en incluir lo que después se haría tradición, los covers al estilo Molotov, y miren que rap soda y bohemia, podría ser un sacrilegio, pero traía a queen a una nueva generación y mercado, ah pues en ese mismo disco venía una versión remix de gimme tha power, era sacarle más jugo a aquel primer gran putazo.
Ya para 1999 estrenaron apocalypshit, puta que discazo, recuerdo como adolescente chaquetero el vídeo de rastaman-dita con un chingo de cariño, tetas en televisión, desde luego sé que no eran pioneros, pero en épocas de calentura era un deleite, de ese disco si tengo 5 canciones que sigo disfrutando como el primer día, aquel día que saqué el “librito” del disco para encontrarme con que en el inverso de las letras, venía la impresión de un tablero de ouija, todavía recuerdo haber gozado aquella despedida al viejo milenio, con cover de mono blanco, si ese grupo de son jarocho, al ritmo de “el mundo se va a acabar si un día me has de querer te debes apresurar”.
Ya en el 2003, con el nuevo milenio, con la alternancia en el poder, cada vez quedaba menos del Molotov anti sistema, pero ya eran eso sí un grupo mucho más maduro, el primer sencillo fue frijolero, aquella canción que sonaba como la parte dos de Voto latino, hit me pasaría a ser la rola transgresora, pero de ahí en más canciones divertidas o hasta cierto punto experimentales.
Al año siguiente y quizás de modo fan service, ya que nos tenían a la banda acostumbradas a sus chingonas apariciones en tributos, Molotov sacó un disco de puros covers “Con todo respeto” no había desperdicio la variedad de ritmos invitaba a escucharlo completo una y otra vez, de aquel disco resaltaron en las listas de popularidad amateur y me convierto en marciano, del Molotov disruptor ya no quedaba nada.
Ya para 2007 salieron con la mamada de la supuesta separación, misma que desmentirían al año siguiente, pero mientras nos recetaron el supuesto disco múltiple eternamiente, es tan malo e inmamable ese disco, que le apuesto mis canicas, a que no recuerda más allá de yofo safa fofo; a mí con esto Molotov me perdió, este fue el último disco de la banda que compré, cinco años y pedos de disqueras después, Molotov sacaría desde rusia con amor, un disco en vivo a manera de greatest hits, nuevamente volvíamos a escuchar esas grandes rolas de la adolescencia en versión actualizada y con los huevotes de la banda en vivo.
Pero ya la banda ya no era la de antes, ya no eran antisistema, transgresores, ya cuando salió en 2014 agua maldita con su horrendo sencillo ánimo delincuencia poco o nada quedaba de aquella banda, que acercó a muchos de mi generación a descubrir otras bandas alejadas de lo “comercial”.
Y entonces llegamos al unplugged un nuevo greatest hits pero ahora desconectado, el disco se compone de 15 canciones, 14 de ellas éxitos y una inédita, Dreamers que vendría siendo Voto latino parte 3, pero si segundas partes nunca fueron buenas, imagine la tercera, ya no queda nada de aquella chispa transgresora en la nueva canción que intenta plasmar el sentir de las víctimas de Trump, pero vamos a las canciones conocidas, uno espera versiones distintas en un unplugged, una mezcla de ritmos, que experimenten, pero en lugar de eso nos encontramos con versiones ahuevonadas de las canciones antes disfrutables; otra de las cosas que uno espera en los unplugged son las colaboraciones, esas apariciones de artistas diametralmente opuestos con el titular del unplugged, Calle 13 con Los Tigres del Norte, Amandititita con Pepe Aguilar, etc; Pero no, aquí la única colaboración es con Ana Tijoux, y no tengo nada contra ella, tendré 3 o 4 canciones que me gustan, sobre todo Sacar la voz con Jorge Drexler, pero le falta y no a ella, sino al disco, ¿Neta no les alcanzó para 2 o 3 colaboraciones más? ¿Neta no pudieron conseguir a nadie más?
Fuera de eso, el disco transcurre con más pena que gloria, con versiones descafeinadas y que se sienten forzadas es un disco que al terminarlo de escuchar, te queda la sensación de ¿No había escuchado ya demasiadas veces las mismas canciones?, Pero sobre todo ¿Era necesario?
