Damo Suzuki en México: invocación binaural

Damo Suzuki en México: invocación binaural

El Festival Marvin es un suceso que siempre nos deja buen sabor de boca, sus headliners son propuestas que nos permitieron presenciar a grandes pilares y llaves del subterráneo vertebral del post punk, el no/new wave, el heavy progressive y la psicodelia sudamericana. Actos como: Daniel Johnston, Os Mutantes, ESG, Television, Buzzcocks y Gang of Four nos han volado la tapa de la cabeza durante ocho ediciones del festival y para esta novena edición se coronan con tres imprescindibles conciertos que marcan un antes y un después en sus respectivos espectros. La leyenda británica Wire, la depredadora y poeta estadounidense Lydia Lunch y el maestro japonés Damo Suzuki, miembro de CAN en la época más prolífica de la sagrada banda alemana son tres proyectos que encabezan el Festival Marvin 2019.

Damo Suzuki:

Esta es la historia de Suzuki Kenji, conocido como Damo Suzuki nació en Japón en 1950, su espíritu aventurero y rebelde posicionaron su adolescencia cantando y actuando en los caminos y transportes públicos de toda Europa, en calles o trenes. El estilo particular de su voz —ese que suena a susurro binaural— fue encontrando su espacio en la frecuencia, huyendo de casa a los dieciséis llegó a Múnich desde Moscú, un músico vagabundo que llamó la atención del baterista de CAN Jaki Liebezeit a las afueras de una cafetería, esa misma noche lo colocó al frente de CAN en la presentación del club Blow Up, su técnica de inmersión tonal sucedió como un acto de espiritualidad absoluta, una entrega honesta al ritual musical.

El afroamericano de Nueva York, Malcolm Mooney, lo había dado todo sometiéndose a la presión sónica de la banda, su partida dejaba el Monster Movie (1969) y algunos problemas mentales en el artista. También abría paso a la segunda alineación del proyecto alemán con un vocalista asiático que canta/susurra/grita una mezcla de ruso/inglés/japonés/alemán, Damo Suzuki manipula su voz en riffs texturizados donde el diálogo se diluye en sonidos abstractos regresando las ideas y conceptos a su forma primaria. Las grabaciones registradas en Soundtracks (1970), son una compilación de tracks utilizados para el equivalente al krautrock del cine alemán, disco que realiza una precisa transición de voces, idiomas y nacionalidades mientras nos introduce al sello de Damo Suzuki.

CAN siempre representó el NO FÜHRERS, una banda indispensable en cualquier dieta musical, ya sea en unidad o por separado su legado es extenso, el primer disco donde Suzuki tiene oportunidad de fundirse en todo su esplendor junto a Holger Czukay, Irmin Schmidt y Jaki Liebezeit es el Tago Mago (1971), obra excepcional de principio a fin comenzando con la explosión de un volcán sensorial que detona en las profundidades del subconsciente, un sonido único que potencia la alquimia de cuatro individuos en su espectro tonal; la percusión tántrica y chamánica reinciden una y otra vez como mantra que pierde sentido en el vicio de la repetición, la voz de Damo se agita y recorre los planos aurales…

Considerado la obra cumbre de CAN, alcanza el clímax cuando se pierde la forma y la estructura se transforma en un todo, caos ultra-texturizado que se desplaza con agilidad entre layers sensoriales, los temas “Aumgn“ (tributo/burla de las escrituras de Aleister Crowley)  y “Peking O” ofrecen el vórtice al que progresivamente su pop-rock minimalista se dirige, regresando de las profundidades de la oscuridad con un cínico “Bring Me Coffee Or Tea”.

En Ege Bamyasi (1972), el cuarto álbum de estudio y el segundo con Suzuki, la banda se encuentra en plena forma, las notas y la improvisación flotan como un espíritu en el espectro, la conexión entre integrantes se encuentra en tal armonía que han desaparecido los estallidos de caos y angustia. Temas como “Sing Swan Song” y “Spoon” revelan esa habilidad en la mesa de mezclas, el empalme de overdubs y el uso del collage sumada a la fuerte influencia de todos los integrantes por la música africana e india. CAN se encuentra en sincronía con el mundo y con ellos mismos demostrando el “Vitamin C” como una de sus piezas más completas siendo el reflejo del entendimiento de las fuerzas de la naturaleza.

Future Days (1973), su mejor logro, a una respiración del nirvana un disco que actúa como estimulante porque produce la sensación de ser tragados por el sol, los destellos y la oscuridad se vuelven una misma pronunciación de la vida. ¿Cómo puede existir tanta variación y complejidad en lo que se clasifica como música “ambient”? relajado y fugaz, la identidad de los integrantes se ha disuelto en 41 minutos perfectos. CAN comulga en unidad total, sin protagonistas, sin ideologías. Vida y muerte expresados en un disco invaluable. Con cuatro temas que progresan en el flujo de la vida, melodías que trazan la arquitectura de un futuro distante donde los deseos y las acciones quebraron las barreras que los separan, un sonido que refleja la estabilidad y claridad emocional de la banda.

Suzuki continuó colaborando con CAN en los lanzamientos Opener (1976) y Unlimited Edition (1976) para posteriormente desprenderse y buscar su propio rumbo, su necesidad de vagar por el mundo lo retira del ámbito musical, al menos hasta 1986 cuando regresa para ser vocalista de Dunkelziffer un proyecto surgido en la nueva ola del No Wave alemán conocido como la Neue Deutsche Welle, a mitad de los ochenta, grupos como Der Plan, Malaria, DAF, Eeinstürzende Neubauten y Liaisons Dangereuses llevaron el juego a nuevas direcciones, Dunkelziffer después de su brillante debut  “Colours And Soul” (1983) que honraba las raíces experimentales alemanas, aquellas que eludieron con asco las tendencias inglesas, contando con la colaboración de Jaki Liebezeit de CAN y siguiendo esa línea de paz desarticulada.

In The Night (1984), Damo está de regreso en Colonia y graba en agosto la voz del segundo disco de Dunkelziffer; con una portada digna de un clásico salvaje de los ochenta el material se mantiene cerca de la escuela del Future Days. Suzuki ha incrementado sus capacidades de mimetización, su emulsión con el sonido es parte de su naturaleza que se mezcla con el funk y el dub en un auténtico agasajo de punk atonal alemán encabezado por un japonés nómada.

III (1986) es su última colaboración con la escena No wave que para algunos es superior que el lanzamiento de 1984, para otros del mismo nivel de pulcritud punk. La complejidad del dub coquetea con un funk vandalizado, creado y ajustado a su propia expresión simbólica de rebeldía, el sonido alemán se mantiene fresco e innovador, Suzuki se muestra motivando las propuestas que explorar lo nuevos terrenos a cartografiar.

Damo es un artista que rebasó los límites entre interno y externo, sus proyectos posteriores son inmersivos rituales de iluminación, un constante filtro de presencias y vibraciones, ya sea en Damo Suzuki’s Network o Damo Suzuki Band la concentración en la repetición y sus posibilidades continúan siendo aliados poderosos en la mezcla de idiomas en un mismo tema, con piezas extensas de 15 o 20 minutos su música se ha convertido en una oración especial, que se invoca en el templo sónico de la mente. El lanzamiento de 2018, Damo Suzuki & Jelly Planet presenta interesantes capas de filosofía retomándose con un discurso sonoro que nos recuerda a Acid Mother Temple y aStereolab, ambos proyectos plenamente influenciados por CAN.

A finales de marzo saldrá a la venta el libro I am Damo Suzuki, las memorias del rebelde y enigmático artista japonés con entrevistas realizadas por Paul Woods, el libro cuenta la historia completa de Suzuki, su salida de Japón y su llegada a Suiza con el sueño de convertirse en un caricaturista profesional.

La realizadora Michelle Heighway se encuentra recaudando fondos para terminar el documental “Energy” sobre el lado más íntimo de Suzuki y su lucha contra el cáncer.

https://www.indiegogo.com/projects/energy-a-documentary-about-damo-suzuki#/

Espero que esta breve pero sustanciosa introducción al mundo de Damo Suzuki genere un interés auténtico en su próxima visita a México durante las actividades del festival Marvin 2019.

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sobre el autor

Daniel Lazarini

Daniel Lazarini (CDMX,1988), cofundador y director de contenido en POV magazine, editor en Vocero y colaborado en Revista La Tempestad, también es productor de música electrónica bajo el nombre de Nøvaxpress. Miembro del dúo de punk anal sintético Virgen Siamesa y cofundador del sello independiente Maladolescenza Sounds.

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