Aretha Franklin, la voz del soul en todos
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“Entiéndeme. No me gusta un mundo ordinario.
Tengo mi locura. Vivo en otra dimensión
y no tengo tiempo para cosas que no tienen alma”.
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-CHARLES BUKOWSKI-
Recordando esta cita del buen Bukowski es que inicia mi caminar por todo aquello que me diera guarida, que me arropara. Pues desde los inicios de mi adolescencia me sentía siempre ajena o fuera de lugar. No era la más popular de la “secu”, ni la que iba a todas las fiestas ñoñas de moños, colores y risas acartonadas. Siempre me sentía incómoda en esos menesteres. Era la “esparcidita”, la “pobrecita” que no encajaba pero a mi me encantaba no encajar. Me daba ansiedad la interacción y llevar a cabo pláticas sin sentido. Encerrarme en mi cuarto a escuchar música, en la que encontraba un sosiego absoluto, un arropo casi celestial, era, por mucho, lo único que necesitaba.
Por fortuna crecí en un hogar con versatilidad musical. Lo mismo escuchaba a Juan Gabriel, Guadalupe Pineda y Ana Gabriel por parte del gusto musical de mi madre que a Hendrix , Janis,TheDoors, Led Zeppelin y The Beatles por parte del exquisito oído musical de mi padre. Fue ahí, adentrándome en su biblioteca musical que descubrí el “soul”. Lo descubrí en la bella y enigmática voz de esa mujer de raza negra con fuego en los ojos y mucho que contar,con un pasado y vida lleno de maltratos, alcohol y abandono.
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Me descubrí enamorada del “góspel”, del “rythm and blues” y del “soul. Me enamoré de su voz algo melancólica y poderosa.
Fue Aretha, esa soprano falcon con un grave poderoso y un agudo potente -quien en rolas excelsas de un significado substancial y mensaje directo como “Respect” o “Chain of Fools”- dio voz a tantas mujeres presas de maltrato en su hogar con su interpretación. Mientras con rolas como “(Youmake me feellike) A Natural Woman” o “I neverloveda Man (Theway I loveYou)” podíamos hablarle a aquel que nos traía cacheteando las banquetas. O aquel hermoso y empoderado góspel llamado “Young, gifted and black” que me ponía a mover la cabeza, balancear el cuerpo y pies de un lado a otro y cerrar los ojos como una chica góspel.
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Si, a mi igual que a Bukowski no me gusta perder el tiempo en cosas que no tienen “soul”, que no tienen alma. Por eso, en mis oídos seguirá retumbando toda aquella música que viene del alma, de la víscera. Gracias Aretha, por haberme comenzado en las mieles del “soul”, y del “R&B”. Gracias por darles empoderamiento musical y voz a tantas mujeres intérpretes. Después de escuchar tu voz y la de tantas mujeres en esta industria musical que a veces puede ser fría, se me calientan las venas y me siento libre de cantar y decir loque me parece o no, lo que siento o no; le guste a quien le guste.
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