NRMAL 2018: una verdadera explosión en el cielo

NRMAL 2018: una verdadera explosión en el cielo

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El Festival Nrmal es uno de mis festivales favoritos en la Ciudad de México, porque cada año reafirman que su mayor ambición es satisfacer diversos paladares musicales, mismos que, económicamente hablando, son clave para que cada edición continúe sin reparo. A diferencia de otros colosos en el mundo del entretenimiento, Nrmal lo está haciendo bien en mi país, pues ha complacido a muchos aficionados que han asistido a cualquiera de sus ediciones, por el simple hecho de que los organizadores se enfocan en traer lo más fresco y selecto del underground.

Bueno, ahora toca hablar de lo emotiva que estuvo la novena edición del Nrmal 2018. Debo confesar que ese día tuve que trabajar, por lo que no llegamos a ver las primeras bandas, además de que teníamos bien claros nuestros objetivos musicales: Explosions In The Sky –por sobre todas las cosas-, Sleep, Mac DeMarco, Of Montreal y Cornelius. De acuerdo a lo anterior, llegamos, pedimos nuestra pulsera cashless y fuimos directo al área de merch para comprar algo de EITS. No encontramos nada y los precios tanto de las bebidas, como de la comida y de cualquier souvenir eran muy elevados.  Pero ya sabemos que es lo normal en este tipo de festivales.

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Fotografía por Paola Baltazar

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Ya equipados con bebida y porrito en mano, empezamos a entrar en ambiente con la presentación de Dub de Gaita, quienes pusieron a bailar a todos con su ritmo cumbianchero y sabrosón. Cabe mencionar que para algunos fue el momento perfecto para despabilarse y disfrutar de las amenidades del festival.

Después de aquel derroche de pasos, continuó Felix Kubin, quien aprovecho el tiempo para introducirnos en un trance electrónico repleto de beats misteriosos, justo como si nos encontráramos en una dimensión desconocida.

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Terminado el set de Kubin, decidimos tomar un descanso para ir al baño y moler un poco de hierba, pues nos acercábamos al momento cumbre de la noche. Regresamos a nuestro lugar, a un costado de la consola (mi ingeniero de audio de confianza siempre me ha dicho que es el mejor lugar para escuchar un concierto), así que nos posicionamos para disfrutar de Of Montreal. Llegó un punto en su presentación que me sentí como en un viaje de ácidos, ya que Kevin Barnes tuvo el control total del escenario en todo momento, mientras los visuales pasaban de emojis, gatitos espaciales, flores y mucho folclor. Puedo decir que volaron mi cabeza y fue una muy grata sorpresa.

Mac De Marco. Sinceramente, no me agradó mucho su presentación. Creo que estoy acostumbrada a ver que cada banda se deshace en el escenario para dar lo mejor de si, y no es que no estuviéramos anticipados a que De Marco estuviera borracho y fumara cigarrillos en la tarima, pero por un momento creí que rendiría un poco más de respeto… Sí, soñé demasiado. A pesar de eso, complació a sus fanáticos con temas de su nuevo disco -el álbum que lo lanzó a la fama- Salad Days, y con un cover  bastante desgarbado para ¨Under de Bridge¨, de Red Hot Chili Peppers. Gracias Mac De Marco.

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Fotografía por Paola Baltazar

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Regresando a temas más amables, llegó el momento de prender el segundo canuto junto a Sleep, quienes pisaban la tarima con su stoner metal bien ejecutado. Era claro que varios de los espectadores decidieron comenzar el camino de regreso a sus casas o decidieron tomar un break. Lo cierto es que esta banda de culto no es para todos los oídos y pues… comper. La ejecución fue perfecta; puedo decir que con cada riff de ¨Holy Mountain¨ comencé a entrar en una especie de trance, donde mi cabeza timoneaba cada fibra de mi cuerpo. Le siguieron ¨Dragonaut¨ y ¨TheClarity¨, y yo ya me sentía en un plano astral. Volteé a ver a mi pareja y él no perdía detalle de lo que sucedía al frente –cabe mencionar que él es mucho más alto que yo y veía perfecto; yo no mucho, pero me esforcé en todo momento para capturar los movimientos de Al, Matt y Jason-. Como el escenario Blue y el Black estaban juntos, aprovecharon para proyectar una especie de halo en la cortina del otro entarimado y no pude evitar recordar el eclipse solar del pasado 2017. Gracias Sleep.

Ya tenía un poco de sed y más ganas de pasar a los sanitarios. A esa hora nos costó mucho trabajo pasar entre los cuerpos sentados y postrados en el pasto. Surgió entre mi novio y yo la teoría de que seguro eran fanáticos de Explosions In TheSky y que, obviamente, sólo estarían esperando que llegara el momento en que subieran a la tarima.

Cuando volvimos, nos dimos cuenta de que era cada vez menos la cantidad de gente que estaba conglomerada al frente, por lo que para cuando comenzó Cornelius, teníamos una vista inmejorable. Y es que -la verdad- yo no soy muy fan de estar apretujándome para llegar adelante; sólo quiero disfrutar y mover mi cuerpo como se me dé en gana.

Como comentario, los japoneses se cuecen en un plato aparte. Todavía recuerdo con claridad el instante en el que me quedé atónita al escuchar ¨Count Five or Six¨; fue espléndido darme cuenta de que la canción está compuesta en ese compás y los visuales iban al ritmo exacto. Me dejó sin palabras. Sin duda alguna, complacieron a los que nos quedamos con temas como ¨Anata gaIru Nara¨, ¨Drop¨¨StarFruits Surf Rider¨ y otras más.

Cuando terminó el set de Cornelius, me cayó el veinte de lo que estaba a punto de pasar: me di cuenta que habíamos estado ahí muchísimo tiempo y aún no me sentía tan cansada; tenía que explotar en cuanto EITS hiciera acto de presencia.

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Fotografía por Paola Baltazar

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El mundo se detuvo, también mi corazón y el de todos los que nos quedamos. Los roadies dejaron todo listo y el entarimado comenzó a cubrirse de una niebla espesa. De pronto se prendieron las luces de fondo para darnos la ilusión de estar dentro de una neblina traspasada por los rayos del sol. Las figuras de Munaf, Cris, Mark y Michael se avistaron y todos nos volvimos locos. Después de 10 años la profecía se cumplía y seguimos vivos para presenciarla: ¨No importa si pasan 10 ó 100 años, lo que importa es que estamos aquí y ahora. Somos Explosions In The Sky de México¨, fueron las palabras que dio Munaf a su público. En ese momento comencé a llorar como si no hubiera un mañana, pero no de tristeza sino de felicidad y dicha.

¨Catastrophy and the Cure¨ dio inicio y, tal como lo había imaginado, los movimientos de cada uno de ellos se sincronizaban como si hubieran ensayado una coreografía a la perfección. Bien dirán muchos que la práctica hace al maestro, pero lo que presenciamos no sólo fue una práctica, fue amor puro, pasión, entrega y un derroche emocional como ningún otro: experimentamos lo que significa perderse en un universo musical y de constante crecimiento; conocimos de cerca a cada uno de ellos al detenernos en cada nota emitida por las guitarras, el bajo y la batería, de donde surgían composiciones que se elevaban al unísono de nuestros corazones.

Cuando sonaron las primeras notas de ¨Your Hand In Mine¨, me di cuenta que mi pareja y yo estábamos inmersos en un mar de emociones. Miré al cielo y vi cómo la niebla que cubría al escenario, también cubría nuestras cabezas, pintándose de colores rosados, azules y morados. Tomé la mano de mi amado y cada fibra de nuestro cuerpo se conectó. Era tal como una verdadera explosión en el cielo.

Nos quedamos los que debíamos quedarnos, los que escuchamos hasta el cansancio cada una de las canciones de TheEarthIsNot A ColdDeath Place, Those Who Tell TheTruthShall Die, Those Who Tell TheTruthShall Live Forever y AllOf A Suden I Miss Everyone, cerrando con ¨TheOnlyMomentWeWereAlone¨,  mientras nos hundíamos en una melancolía que se convirtió en dicha al verlos en vivo por primera vez –para algunos una vez más-. Al final sólo quedaba disfrutar cada segundo, exprimir y degustar su fruto. La vida no ha sido la misma después de aquella hazaña.

Nrmal, nos diste lo que estuvimos esperando. Gracias por convertirlo en realidad y seguir posicionándote como uno de los muy pocos festivales que en nuestro país le da más importancia a la música que al sólo ¨pasarla bien¨. Sin duda, mi vida cambió después de tu novena edición y no puedo esperar por ver qué preparas para la siguiente.

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(Edición de textos: Cecilia Olaciregui Ruíz)

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sobre el autor

Mariana González

Me gusta la pizza, los gatos, los libros y la cultura japonesa. Plasmo lo que veo en palabras y la música es mi móvil.

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