La persona en medio
Para mí, el objeto llamado libro tiene posibilidades de lectura más interesantes que sólo el de arriba a abajo e izquierda a derecha. Digo esto porque para comenzar a hablar de per
Hermanos
Apenas se había parado frente al ataúd y ya estaba arrepentido por estar ahí. Mejor no hubiera venido, pensó, mientras sentía que sus pies se tensaban, como si se fueran a encaminar
Anónimo
Fingí que te conocía. Que con solo percibir tu aliento, tomaría la leche que bebiste, y masticaría la fruta que bañaste en miel.
El castillo de los santos
Les dije que pusieran piedras dentro de sus zapatos igual que yo lo hacía en los míos. El dolor lleva al cielo, una bolsa cerrada con listones.
Desequilibrio
Quise hincarme, reclinar la cabeza, quedar justo en el doblez de tus piernas. Anhelé lamer tu planta, la distancia entre tus dedos.
Una bengala al anochecer
Cuando ingresé a Ciencias Químicas, en agosto del 1983, no dudé cuando la dirección de la escuela nos ofreció un autobús para viajar a la ciudad de México, donde nos uniríamos a
Una escritura desatada
Y me emocioné al percibir en retrospectiva que El asesino íntimo intercambiaba estructuras ficcionales, como las precarias películas serie-b y las cursis novelas de Corín Tellado, con la vida de los personajes,
Inmersión
Escarbé entre las sábanas, el armario y la cara convexa de la cuchara. No te encontré, Daniela; volví a dormir y te pregunté qué es el miedo.
Capítulo 8
Comprendió que de algún modo, una censura cuyo origen no lograba definir le había impedido que hasta entonces alcanzara a percibir a la conciencia de su cuerpo.
Tiempo de sirenas
Patrullas y ambulancias, con las luces huidizas de sus torretas, atraviesan la metrópoli. No quiero hablar de muerte, ni de políticas ineficaces de combate al narcotráfico, ni de hipocresía ante la falta