#20AñosVL19: Dios bendiga al Vive Latino, Amén.
Que uno de los festivales más emblemáticos de América Latina celebre su 20 aniversario no es cualquier cosa. Quiero pensar, que, al ser un festival tan longevo e importante, de los pioneros en su tipo, nos ha ayudado a entender la forma en cómo debemos relacionarnos con la música. Mi primer Vive Latino fue en 2013. Antes de eso siempre me había dedicado a pensar que no era mi tipo de festival, que de verdad no me identificaba con la mayoría de las bandas en sus carteles y que no había forma en que yo gastara un peso para asistir a alguna de sus ediciones. Estaba llena de prejuicios.
Pero aquel 2013 mi perspectiva comenzó a cambiar cuando recuerdo cuánto me divertí y lo relevante que fue para mí poder pasar de ver a Tame Impala, Blur o Yeah Yeah Yeahs, a corear más de canciones de las que creía en los shows de El Tri, Fobia o Celso Piña. Fue precisamente con estos últimos que pude percatarme de todo el sentido de pertenencia que también te puede ofrecer la música y cómo se puede exaltar durante un show en vivo. Desde entonces solo en dos ocasiones he faltado.
Este 2019 comenzó con un sábado intenso. Con Ximena Sariñana, una artista ya consolidada invitando al escenario a Girl Ultra, una de las promesas del R&B mexicano más emocionantes. Con sorpresas muy gratas como las presentaciones de Little Jesus y Elsa y Elmar, dos grandes bandas que darán mucho de qué hablar durante los siguientes años. Con LP como uno de los actos esperados después de que temas como “Lost On You” o “Girls Go Wild” reavivarán el furor por la artista estadounidense. Con División Minúscula, Jumbo y Liquits reafirmando por qué se han convertido en clásicos. Con sesiones de perfecto desenfreno y frenesí junto a Bomba Estéreo, Miranda! O la locura total con Technotronic. Con la fuerza de Caifanes y el canto a todo pulmón provocado por Intocable con temas como “¿Y todo para qué?, “Fuerte No Soy” o “Alguien te va a hacer llorar”, abarrotando el escenario Escena Indio. Un sábado difícil de superar.
Este 2019 comenzó con un sábado intenso. Con Ximena Sariñana, una artista ya consolidada invitando al escenario a Girl Ultra, una de las promesas del R&B mexicano más emocionantes. Con sorpresas muy gratas como las presentaciones de Little Jesus y Elsa y Elmar, dos grandes bandas que darán mucho de qué hablar durante los siguientes años. Con LP como uno de los actos esperados después de que temas como “Lost On You” o “Girls Go Wild” reavivarán el furor por la artista estadounidense. Con División Minúscula, Jumbo y Liquits reafirmando por qué se han convertido en clásicos. Con sesiones de perfecto desenfreno y frenesí junto a Bomba Estéreo, Miranda! O la locura total con Technotronic. Con la fuerza de Caifanes y el canto a todo pulmón provocado por Intocable con temas como “¿Y todo para qué?, “Fuerte No Soy” o “Alguien te va a hacer llorar”, abarrotando el escenario Escena Indio. Un sábado difícil de superar.
Sin embargo, el domingo también arrancó con fuerza. Con Mabiland, la gran promesa colombiana de soul y R&B, con un Odisseo demostrándonos cuánto ha crecido y haciéndonos explotar con temas como “Los Imanes”, “Lo Que Quieras de Mí” o “Días de Fuego”. Con dos de los máximos exponentes del hip-hop mexicano hoy en día: Tino El Pingüino y Alemán, ambos con shows brutales que hicieron cimbrar el piso del Escenario Telcel. Tino por su lado con esas rimas refinadas y sus bailes exóticos, mientras que Alemán, con atuendo de jefe de jefes, repartía porros gigantes (fake, por supuesto) entre la audiencia y nos hacia perder el aliento tratando de seguirlo con temas como “Rucón”, “Tantas Veces” o “Rolemos Otro”. Con El Tri abarrotando el escenario principal y la gran personalidad de Alex Lora nuevamente haciéndonos reír con lo que debería ser un stand-up comedy, pero provocando que “Piedras Rodantes” sonará al unísono en el Foro Sol. Con Café Tacvba demostrando por qué es una de las bandas más importantes de México. Con 1975 demostrando por qué es una de las bandas de indie rock más divertidas y emocionantes hoy en día. Con Juanes siendo otro de los actos más destacados de esta edición y demostrando que no solo las camisas negras son para el rock. Con Korn cerrando el escenario principal y con La Clica (Guetto Kids, Uzielito Mix, Noize Kid) cerrando el escenario Escena Indio tras la cancelación de Dillion Francis; lo que a mi parecer es algo muy trascendente, que un festival de esta magnitud y de esta historia, entienda que los gustos son tan diversos y tan cambiantes, que nos permitió, terminar el sábado llorando con “Y todo para qué” y el domingo perreando con reggaetón mexicano hasta el piso en “TRA, TRA, TRA”.
El Vive nos ha enseñado mucho a lo largo de los años, sobre todo a partir de las quejas de la gente, que si la cumbia no, que si el norteño menos, que si las bandas anglosajonas son un insulto, que si el reggaetón no cabe en un festival de rock. En palabras de Jordi Puig, fundador del festival, el Vive ha ido mutando a través de los años “un reflejo de la sociedad, primero chilanga, luego mexicana, luego latina”. A mi parecer el festival celebra la cultura latina, y lo latino es un espectro muy grande, diverso, complejo, rico. Lo latino hoy grita reggaetón por todo el continente y más allá de sus fronteras.
Creo que uno de los momentos más desafortunados, porque precisamente va en contra de la evolución de un gran festival como el Vive Latino, se dio durante el show de Miguel Mateos, quien despotricó en contra del reggaetón y hasta dedicó el tema “El asesino del rock and roll” en dicha causa. Aquel mismo día, mientras entraba al Foro Sol, me llamó la atención la insignia del chaleco que portaba un chico: “malditos punks, arruinaron el punk”. Algo que sin duda me remitió al show de Miguel Mateos, pues fue el mismo Mateos quien me arruinó su show.
Más allá de los géneros musicales, de la identidad, de lo latino, de la calidad musical, creo que 20 años de fiesta entre un público muy diverso han generado la conciencia de que asistir a un festival de este tipo solo tiene un objetivo principal: ir a disfrutar. Sería imposible que una sola persona pudiera experimentar toda la oferta que ofrece el Vive Latino, hay mucho de donde elegir, hay mucho que revivir, mucho que conocer. Olvidémonos de reclamos y vayamos hacia donde la música nos haga mover más duro. ¡Felices 20, Vive Latino! Ponle más picante , y trae más reggaetón el próximo año.