La mariposa y las formas
La mariposa busca el sudor de la flautista
Antes de que supongan que esto es lindo,
consideren
que en la medida en que el estado
reconozca ese derecho también pudiera ser
un tipo gordo con hipertricosis que compra sus arneses
y ropa sadomaso
en subastas de foros de internet donde su comentario más frecuente
es que nuestro conocimiento
sobre la autoorganización no ha hecho sino
comenzar.
Lo que
lejos de ganarle elogios y reconocimiento académico
sólo le ha merecido insultos y el dictamen de que hay personas
marcadas por la naturaleza para jamás
reproducirse. Aunque haya quienes
le cuentan sobre cómo los excesos en el alcohol, las drogas
y el sexo los llevaron a descubrir
a Jesucristo y luego
se desató contra ellos una persecución religiosa a la que han sobrevivido
gracias a que constantemente fingen
ser otros como cuando iban a los cuartos oscuros de las fiestas
para intercambiar parejas pero ahora
con el alma tranquila.
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Las formas asquerosas de un deseo pervertido
Soñé que éramos nazis y nos drogábamos
con speed (aquí va una llamada
a pie de página donde aparecerá
porque así son de súbitas las cosas
toda la información necesaria para entender el símil)
Éramos atroces todo el tiempo y muy lindos: fotogénicos incluso porque los uniformes
nos hacían lucir bien pero en realidad éramos
monstruosos.
Rezábamos tanto que nos volvimos insensibles
a la fe tal y como se le conoce hoy en día a consecuencia
de ciertas malas traducciones de algunos autores
románticos y al hecho
de no usar ropa interior.
No hay que olvidar que estábamos a punto
de perder la guerra y con ella
nuestro luminoso futuro: nadie
querrá un patito de goma que no haga ruido.