Patraka
Nos recargamos en una pared frente a una puerta de metal color verdeoxidado. Postrados a pleno mediodía esperando que las morras vestidas de colegialas salieran a caminar en círculos frente a todos los que nos congregábamos en aquella privada del centro de la cedemequis, en aquel tiempo defe. Creí haber entendido lo conceptual de la situación, desas sacudidas mentales que llegan como consejo no pedido. Patraka, el poeta que le gusta mirar pa dentro como ciego para fuera, el que buscó a Ana tantas veces hasta perderse él mismo, el jarocho que se vuelve hermano de la palabra por adopción, fue el culpable dese viaje. Genaro Patraka es el poetajarocho que vive enamorado de la poesía.
En un concierto de Edgar Oceransky en el viejo y desaparecido Central Perk en Saltillo, tuve el gusto de estrechar su mano, desplazada por un abrazo fraterno, pasí entablar una amistad que perdura hasta los días actuales. En aquella noche el buen Peart me llevó justo para presentarme al buen Patriks, de cariño. Con su naranjada a medias, subió al escenario con su sombrilla agujerada. Pum, paz, bam. Lo que conocía por poesía, lo vino a redefinir con su performance. Un cabrón que interpretaba sus poemas al son que su cuerpo dirigía las palabras. Mames. Me faltaba mucho por aprender.
Tan chingona es la vibra que carga este cabrón quentiende cuando la poesía es prioridad, siempre. Nunca voy a tener con qué pagarle cuando me recomendó para ir a dar un taller de poesía a Morelia, incluía leer en un bar junto a Kristos Lezama, un cabrón del cual me considero re.fan, y mi hermanito Andreas. Gracias infinitas también a Alejandra por andar apostándole a su revista Tercer Ojo, pero más que nada por aceptar la recomendación de mi carnal Patraka. Fui a impartir mi primer taller sobre poesía y a leer, hasta remunerado. Claro que me la creí cuando estaba allá explicando cómo rebelarse contra la dictadura lingüística. Leyendo frente a morelenses, sin saber que vendrían amigos y experiencia. Gracias, carnalito Patriks.
Genaro es, para mí, una de las personas más amorosas del planeta. Ama la poesía, por ende, el bato sabe amar. Creo que no lo conozco plenamente; hay gente que me da amor, amigos, parejas, hermanos… a mí se me dificulta practicar el amor. Pocas personas he conocido con ese cariño entrañable del hogar. Los mexas tenemos este cordónumbilical muy arraigado. Nos gusta sabernos protegidos, acorazados entre tod@s. Cuando uno lleva por bandera lo que se mamaencasa, las rebeldías están basadas en amor puro. La poesía de Patraka cabe a cualquier hora, en cualquier situación, a flor de piel, en carne trémula, con sazón, adulterada, transeúnte, eterna. El respeto, la tolerancia, el dar, escuchar, creo que ese es el amor, el reconocimiento y respeto por el prójimo.
Muchas veces el escribir es un escape. Sí, como las drogas. Algunos tenemos la fortuna de tomar como bandera la palabra. Creo que no fue por decisión consciente, empecé a escribir porque no sabía hablar. Patraka siempre ha ido más allá de lo escrito. Cobijado por grandes cantautores contemporáneos como El David Aguilar, Miguel Inzunza, Leonel Soto, Kristos Lezama; así como influenciado por grandes como David Haro, Botellita de Jerez, Víctor Jara. Su poesía lo ha llevado a colaborar con grandes artistas de la talla de Roco Pachukote, Moyenei, Dr. Shenka, entre otros. Patraka sabe que la poesía es una conexión con sus orígenes. De niño estuve en el ballet folklórico de Veracruz, los sones tradicionales me marcaron, ahora regreso a mi raíz con la necesidad de saber más de mí.
La décima es una plantilla poética que llegó con la conquista, corrijo, con el genocidio de los españoles, bueno, el jarocho la hace suya… yo la recibo como mi legado tradicional, con gusto. Mis respetos para quienes hacen décimas. Últimamente explayarme es un confort hacia mis necesidades. Jo. Ando como comadre que acaba de llegar al barrio, en espera de nuevas historias. O como alcohólico arrepentido, soltando verborrea a diestra y siniestra a una raza que no me hace en su vida, mucho menos han leído mis poemas. Sin embargo, también ando tras el aprendizaje y nuevas formas de expresarme. La décima, que bien explica Jorge Drexler en un TED, es una de las figuras literarias que siguen presentes alimentando a tantos que andamos en el mamaseo. Patraka es jarocho y la décima es el karma por haber nacido ahí. Es la necesidad de pertenencia la que me hace regresar al mal llamado son jarocho…
Hubo un tiempo, un par de años, que Patraka tuvo que mirarse un poco más para adentro, su silenciole cantaba al oídoque no es bueno dejarse llevar. Recuperado de la ensoñación, listo para seguir enamorando a la poesía, Patriks sabe que ahora es su tiempo de dejarse enamorar. En breve publicaré una plaqueta de décimas que se llamará “verga niña”. Espero poder compartirla con Ustedes.
Les dejaré un par de poemas que seleccioné de sus libros: Anamorfosis, Lleno de Vacío y ULTIMAMENTE MAS KE $2.S/CUENTA.
VIVE EN EL 13
Vive en el 13
de la calle
que irriga
las arterias
de esta ciudad
congestionada por el colesterol
tráfico,
nicotina,
(tabaco corriente)
plantones.
Por eso
le es difícil
llegar
a verte
palpitar.
CRISIS PA ESCRIBIR
Me come el hambre,
cuando no hay que comer.
Hambre
musa perfecta,
fiel
para estos días austeros.
JUSTIFICACIÓN
Mírame que tan mal estoy
que me invento musas.
CHORO
La mentira más cara que se compró
fue la nostalgia
de un imposible amor.
ANAMORFOSIS TROPICAL
Cuando logro vender un libro
tengo lana
pero,
no tengo a la Ana
y de que me sirve tener lana
si no tengo a Ana
en mi ventana
anacrónicas mañanas
anaranjadas
por campanas
dislocando mi jarana
mañana a mañana
se hacen semanas
hermana a un árbol
pende esta liana
que observa
a una anaconda
devorarse una rana
mientras
la mañana
mira!
desde
sus ojitos verdes
de iguana
la tierna
sábana.