La vaga ambición o cuando el Punk se convierte en relato
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Reseña del libro La Vaga Ambición (Páginas de Espuma, 2017) de Antonio Ortuño, ganador del V premio Ribera del Duero
Escribir siempre y a cualquier costo, es el canon de ‘La Vaga Ambición’ (Páginas de Espuma, 2017), el libro de relatos de Antonio Ortuño merecedor del V Premio Ribera del Duero, cuyos jurados fueron los escritores Sara Mesa y Juan Bonilla. Seis cuentos en los que Ortuño regresa al relato y a su condición más subrepticia, aquél instinto que lo llevó a escribir libros colmados de furia y escepticismo, de brutalidad y portento, de crítica y anarquía, una propensión, una condición, la más pura jerarquía del Punk Rock.
“La ira es energía”, canta un ya irredento John Lydon en ‘Rise’, el primer single del quinto álbum de ‘Public Image LTD’, una canción que versa sobre el apartheid en Sudáfrica, esta enunciación podría ser otra formulación más de la ambición, de La Vaga Ambición de un escritor lleno de cólera, la rabia de Arturo Murray (apellido quizás en honor al protagonista de ‘Groundhog Day’, 1993), un escritor maduro en años que busca la redención en su propia ira, la ira que es energía.
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Murray, al igual que cada personaje protagonizado por el actor de Illinois, se debate entre el oficio de escritor y un desastre familiar, una debacle de sentimientos desventurados y la maldita cotidianeidad, el origen y la derivación, la causecuencia, en donde los fantasmas del pasado cobran vida a través de las paginas que ha escrito, y lo emboscan entre la fama y el olvido.
Un hombre que ha sido construido a través de reseñas mal cimentadas, malas como esta misma, reseñas deslucidas, las que están en su contra, las vacías, las que redactará él después de la tormenta conferida en un vaso llamado literatura.
La ira, siempre la ira, las entrevistas energúmenas que no dicen nada de él y de nadie, verborrea inútil del escritor en ciernes, fantasmas construidos con letras grises, como el mismo Murray, ese autor que sabe que escribir no es una cuestión de albedrío, sino un acto de supervivencia, como dijera alguna vez Paul Auster, pero para Murray la vida ha dejado de ser prescindible, la vida mundana, la de la familia cutre, mientras que lo profano se refleja en el fondo de un documento de Word; sólo el escribir le reconforta frente a una cuenta bancaria rota y un sin fin de presentaciones solitarias. Ortuño se ríe con este libro de la selfie del escritor y nos toma un retrato vergonzoso.
No tengo el gusto de conocer al autor, mucho me han contado de él: es alguien que se sabe enojar, conversa como si estuviera editado por una mente maestra, posee la charla más profunda e interesante, la charla más instruida y lucida sobre la cultura del punk, es reservado y con un gran sentido del humor, un buen amigo, alguien, un gran escritor, el ultimo gran escritor de México, un tipo que sabe beber como pocos. No lo conozco, vivo lejos de México, pero sé que este libro no es un cliché, sé que Arturo Murray no es el alter ego de Antonio Ortuño, a otro perro con ese hueso, La Vaga Ambición no se trata de egolatrías ni de vanidades, La Vaga Ambición coloca una soga en el cuello de los escritores contemporáneos, aquellos de opalina, trajes sastre y brillantina.
La Vaga Ambición es la demolición del escritor, la sátira de todas esas historias que comienzan con un escritor frustrado y culminan con un escritor fracasado, historias todas narradas con una prosa bonita, patrañas de escritores carentes de historias mismas, de Hank Moodys y Bukowskis inútiles. La Vaga Ambición por fin dota de sensibilidad y vanagloria a todos esos escritores redactados en la ficción por pésimos autores. Este libro de cuentos es el primero que se ha escrito de manera correcta y bestial acerca del artista, del verdadero escritor atormentado.
En La Vaga Ambición se concentra la potencia y los tres acordes del punk, ayuda a explicar al escritor el mundo en el que vive, para lo que debe adecuarse al tiempo en el que se escribe, y en que al escribir se ha de escribir lo que se quiera, mientras se crea en ello. Una literatura que rompe con las normas literarias ya dadas y asumidas, con unos cánones predeterminados. Ésta es una narrativa renovadora, provocativa y reivindicativa de lo sencillo. La Vaga Ambición es una revolución en la literatura mexicana, que rechaza la vanidad del escritor y las normas estilísticas dominantes. La Vaga Ambición es literatura Punk, por subversiva, vaga, rebelde, ambiciosa, que contraviene a las leyes, las tendencias e incluso a la academia. Si te vas a adentrar en ella: may the road rise with you!
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