¿El asesinato de operadores políticos de Morena “es un mensaje” para López Obrador?
El homicidio de al menos dos colaboradores de los precandidatos del partido oficialista Morena a la Presidencia de México busca mandar un mensaje al Gobierno de López Obrador y, posiblemente, tratar de modificar el resultado de las elecciones de 2024, coincidieron especialistas consultados por Sputnik.
El homicidio de dos participantes en los proyectos de los exsecretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard, respectivamente, ha cimbrado el panorama político en México.
El primer caso ocurrió el 25 de julio, en Veracruz, estado ubicado cerca del Golfo de México, y la persona fallecida fue Zayma Zoraya Zamora García, quien colaboraba en la campaña interna de Adán Augusto López. Anteriormente, fue candidata a la alcaldía de Poza Rica, localidad ubicada en la misma entidad.
Tan solo cuatro días después, el empresario José Guadalupe Fuentes Brito, y su hijo José Manuel Fuentes Calvo, fueron asesinados en la Autopista del Sol, en el kilómetro 252 en dirección a Acapulco, Guerrero, estado localizado en el suroeste del territorio mexicano.
Fuentes Brito, quien se dedicaba al sector inmobiliario, era promotor del proyecto de Ebrard, quien condenó el homicidio en redes sociales. Posteriormente, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó lo ocurrido.
Para el doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Maximiliano García Guzmán, la violencia tendrá un papel importante en la contienda interna de Morena y en el proceso electoral de 2024, pues los grupos delictivos buscarán tomar relevancia.
“A mi parecer, [quienes perpetraron estos eventos], aquellos que ejercen la violencia, tendrán un papel importante en las elecciones. En su lectura, creen que deben ser considerados para la definición de candidaturas, de lo que derivará después en espacios de poder”, explicó.
Por el momento, dijo el politólogo, estos grupos solo se enfocan en atacar a Morena porque creen que tendrá la mayoría.
“Sin duda, enfocan sus baterías contra el partido que tiene más definidos a sus posibles contendientes e incluso, que cuenta con mejores expectativas en cuanto a resultados; le están marcando la agenda”, reflexiona.
En esta misma línea, la maestra en Sociología Política por el Instituto Mora Ivonne Acuña Murillo comenta que estos hechos son una especie de amenaza contra el resto de las personas que busquen una candidatura, especialmente si pertenecen a Morena.
“No es algo que podamos pasar por alto y no es parte de un esquema general de violencia. Hay que este analizar los mensajes simbólicos que se pretenden dar en función del riesgo que pueden correr los equipos de otros candidatos y candidatas, Ahí se abriría el terreno para amenazarlos, coaccionarlos u obligarlos a boicotear a sus propios [abanderados]. Es preocupante”, destaca.
El parámetro: las elecciones intermedias
Las elecciones intermedias en México, que se llevaron a cabo en 2021, dejaron al menos 250 homicidios antes y durante las campañas de los personajes que contendieron en esa jornada.
“Entre las víctimas, además de los políticos y los candidatos, figuran sus familiares, periodistas y funcionarios no políticos. Además, hubo al menos 782 ataques por motivos políticos —que van desde amenazas de muerte hasta intentos de asesinato— contra políticos. Muchos candidatos renunciaron a sus campañas por temor a perder la vida”, expuso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado emitido tras los comicios, donde exigió que las autoridades mexicanas garantizar la paz no solo en las semanas subsecuentes, sino en la siguiente contienda.
Si bien se realizaron algunas contiendas electorales durante 2022 y 2023, la mirada está puesta en el desarrollo de la jornada en 2024 donde, además de renovarse los curules en los congresos locales, en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, se elegirán a los gobernantes de ocho entidades, incluida la Ciudad de México y sus 16 alcaldías, y a quien será la persona que sustituya a López Obrador como mandatario de México.
Ante ello, García Guzmán y Acuña Murillo coinciden en que 2021 fue un punto cumbre en la violencia electoral derivado del crimen organizado.
“No quiere decir que antes no haya existido la violencia, pero ahora es muy marcada por la delincuencia organizada, que dio muestras de visibilidad en los comicios pasados [realizados hace dos años]. Fue el signo de que, en algunos estados, había una fuerte intervención de estas agrupaciones (…). Actualmente, [las precampañas] se están caracterizando por una violencia más intensa que pone en riesgo la vida de las personas”, afirma el doctor en Ciencia Política por la UNAM.
Por ello, es pertinente que las autoridades, empezando por las secretarías generales, adopten nuevas estrategias para proteger tanto a los políticos como a sus colaboradores, familiares y a la ciudadanía.
“Corremos el riesgo de vivir un escenario similar si no se empieza a frenar [esta clase de eventos] o se crean planes para cuidar a las personas involucradas (…). Las instituciones tienen una responsabilidad muy importante porque, de lo contrario, los hechos pueden multiplicarse e intensificarse”, asegura el experto.
“Aunque la candidatura que más nos llama la atención es la presidencial, hay que recordar que hay comicios en otros sitios (…). Es un escenario muy peligroso, donde no solo pueden ocurrir homicidios, sino la privación ilegal de la libertad de los involucrados, y esto es derivado de la falta de eficacia de las autoridades de seguridad, que no están logrando contener estos episodios”, dice.
Más temas para tomar en cuenta
Según García Guzmán, otro rubro para entender la escalada de violencia relacionada con lo electoral es la alternancia política en algunas zonas de México, ya que “esto implica reacomodo en las posiciones de poder”.
“En el caso de las instituciones, que van cambiando justamente con estos periodos de alternancia, quizá no tienen la fortaleza o no están preparadas para poder enfrentar la violencia, lo que la hace más visible y exponencial”, pondera.
Un factor más que agrega la también docente de la Universidad Intercontinental, son los posibles boicots contra los aspirantes, especialmente quienes contienden por la Presidencia de México.
Esas acciones son un ejemplo de “lecciones que deben estar en los libros de política. Generan un ambiente de zozobra en contra no solo de la ciudadanía, sino de los equipos de las candidatas y los candidatos”, subraya.
Ante este clima de tensiones, los especialistas auguran que no solo los aspirantes de Morena, sino los que sean parte del bloque Frente Amplio por México, conformado por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“El cambio lógico sería que aumentaran su seguridad (…). Se protegerían de manera más fuerte a los candidatos y a quien esté operando la estrategia a nivel nacional o estatal, pero es imposible ponerle seguridad a todo el mundo. Considero que no cambiarán sustancialmente los eventos con la gente porque es la forma en que gana votos. No basta con hacer campañas mediáticas [para conseguir el triunfo]”, abunda Acuña Murillo.
El día de los comicios y el futuro
El 2 de junio de 2024 será el día en que más de 97 millones de mexicanos acudan a las urnas para elegir a sus nuevos gobernantes.
Para la maestra en Sociología Política por el Instituto Mora, los actos de intimidación se harán presentes en algunas regiones, como ocurrió en 2021, cuando fueron dejadas varias cabezas de cerdo en Tonalá, Jalisco, una de las entidades más violentas de México.
“Pueden pasar ese tipo de intimidaciones o, como en otras jornadas, que salgan personas lanzando balazos en las casillas. Sin embargo, la mayor preocupación es lo que puede pasar antes y después”.
La experta se muestra preocupada por el futuro donde, dependiendo si hay o no alternancia, los actos violentos pueden no solo continuar, sino recrudecerse.
Mientras tanto, el doctor en Ciencia Política por la UNAM considera que el resultado de los comicios, tanto a nivel local como federal, dará la pauta de lo que se podrá ver en los próximos años.
“En particular, el día de las elecciones estimo que sea una jornada pacífica. [A los grupos delincuenciales y otros actores] les conviene guardar las formas democráticas, con el fin de legitimar los resultados y que no sean tan cuestionables”, concluye.
Con información de Sputnik