Delirio

Monociclos paseadores,
enanos uniformados,
hombres caminando por los aires.

Tú y yo, pegados al suelo.
balcones sin ventanas,
nubes sin lluvia,
trazos de tiza,
sonidos de jazz.

Estatuas pintadas,
defecadas.

Caminos al cielo,
asaderos en la iglesia,
miradas incendiarias.

“La única iglesia que ilumina, Es la que se quema”.

Cuando hay más luz,
duelen los ojos.

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sobre el autor

Daniela Avila

Estudió Creación Literaria en la universidad central. Aprende de sí misma en la poesía con versos que reescribirá una y otra vez.

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