De california a des moines buscando un raid a chicago

De california a des moines buscando un raid a chicago

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Correoppola
Ilustración cortesía de @Correoppola

era negro en los días en que lo único peor era ser negra

y sólo se tomó dos fotos

 

era negro: hijo de esclavos:

y era un haragán incapaz de mover sus manos

más que para sostener la armónica

que soplaba con un tren en los pulmones

 

sus últimos años los compartió con fanáticas del semen

su madre le enseñó vestir elegante

y cuando llegó al cruce de la 61 y la 49

y se topó con esa chica

: él suponía que le gustaban sólo las negras

gritan mucho tiemblan hacen círculos perfectos

(pero siempre dejó que su guitarra tocara sola)

y esa chichoncita pelirroja rostro de manzana pecas fruitcake

se la chupaba con tanta ternura

que parecía que las razas opresoras de todas las épocas

se disculpaban ante la humanidad

por haber ejercido el racismo

 

después de esa noche

el negro empezó a tocar esos acordes chillones

con los que trataba de romper los vidrios de la ciudad

y resbalar el elástico de los hombros

: eran noches de pool carambola triángulo billetes sobre el paño

y el negro deslizando el slide

como si el mundo cayera en la buchaca

 

: fue arrestado bajo el cargo de ser negro

y traer una guitarra

la policía le propinó una golpiza de escándalo

por lo que tuvo derecho a una llamada

y llamó a don: un famoso productor

que lo liberó pagando fianza $33 dollars

y lo llevó en su coche a un motel

le dio una botella de whisky          un burrito

y 45 centavos para el desayuno

: mejor grabemos mañana temprano un delicioso 78

propuso don

 

pero cuando llegó a su casa el teléfono timbraba desesperado

lo descolgó y era el negro otra vez

y ahora qué (preguntó don extremadamente nervioso)

– estoy solo muy solo muy muy solo muy solo: aprendí lo que sé en un cementerio

no te entiendo

– no hay nadie más solo que yo ni la estrella en la bandera ni la mancha en la luna

y hay una dama enfrente de mí
que está dispuesta a quedarse conmigo y aliviarme

por 50 centavos

y me faltan 5

 

era negro en los días en que lo único peor era ser negra

y sólo se tomó dos fotos

 

su guitarra sonaba al mismo tiempo en las dos orillas del mississippi

debió componer más canciones y mejores

pero no tuvo tiempo
las notas de su vida estaban cansadas

y cuando miope buscaba sus anteojos

alguien le dio una botella de whisky

(al parecer el marido de su nueva amante)

las luces del escenario brillaban intensamente

bebió un largo trago

y tocó por última vez[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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sobre el autor

José Eugenio Sánchez

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