Anónimo
Fingí que te conocía. Que con solo percibir tu aliento, tomaría la leche que bebiste, y masticaría la fruta que bañaste en miel.
Desequilibrio
Quise hincarme, reclinar la cabeza, quedar justo en el doblez de tus piernas. Anhelé lamer tu planta, la distancia entre tus dedos.
Inmersión
Escarbé entre las sábanas, el armario y la cara convexa de la cuchara. No te encontré, Daniela; volví a dormir y te pregunté qué es el miedo.
Delirio
"La única iglesia que ilumina, Es la que se quema".