Agustín Fernández Mallo y su Literatura de Alta Definición

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“Todo tiene que parecerse a otra cosa para que el humano común esté tranquilo; para éste, encontrarse con algo absolutamente único, auténtico, es horripilante…”
Agustín Fernández Mallo

[/vc_column_text][vc_column_text]Ha llegado el siglo XXI. La internet trajo la implosión mediática que acabó con la figura del Rockstar al hacerlo alcanzable a través de los medios de este futuro presente: redes sociales, miles de sitios de noticias…[/vc_column_text][vc_empty_space height=”40″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/2″][vc_column_text]

Respuestas como “lo vi en la TV” del siglo pasado se convirtió en “Lo vi en Google”. Ante la velocidad de nuestra percepción mientras corremos la pantalla de nuestris teléfonos supuestamente inteligentes llegó la necesidad de la evolución. En la música los artistas tuvieron que comenzar a innovar en el arte de sus álbumes y sus conciertos pues su obra está en YouTube, y eso es exactamente lo que sucedió con la literatura.
El Proyecto Nocilla es un salto al vacío, un riesgo de vanguardia tomado por el escritor y físico español Agustín Fernández Mallo, miembro de la llamada Generación AfterPop; una revolución de escritores herederos de la locura de David Foster Wallace, el absurdo hiperreal de Jean-Paul Sartre, la narrativa disociativa y honesta de Julio Cortázar de Jorge Luís Borges. Estos elementos hacen una fusión de metáforas poéticas de alto lenguaje, y conceptos científicos expuestos a través de una estética sumamente Pop.

“Todo, todo lo que existe es Pop, pues pop viene de popular, industrialiado, comercial, y es ingenuo que pensemos que podemos adquirir arte de regiones remotas por más elevado o bajo que sea sin que éste sea Pop; ni siquiera la internet nos ha dado esa posibilidad…”

Comenta Eloy Fernández Porta, otro miembro de esta generación que creó lo que se conoce como Narrativa Transpoética, un intento de quebrar con todos los límites supuestos de la literatura y desvanecer las fronteras entre poesía, narrativa, cuento, ensayo e incluso cómic.

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El proyecto de Fernández Mallo es una trilogía que inicia con Nocilla Dream, tal vez la primera apuesta que el escritor AfterPop le hace a la historia de la literatura, no sólo en temática sino en toda forma de creación.

En Nocilla Dream Fernández Mallo se centra en los “outsiders” del siglo XXI y las alegorías al cine independiente estadounidense para exponer la decadencia de la novela, el arte conceptual y la evolución y dominación actual del arte audiovisual.

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Los personajes son partículas experimentales que misteriosamente se conectan en este complejo mundo globalizado y digitalizado, todas ellas transitando a través de escenarios que nos recuerdan el Cine de Serie B y el Teatro del Absurdo: rubias de burdel esperando a un cliente que se enamore de ellas y las eleve de los arrabales europeos, ancianos asiáticos aficionados al surf y un argentino que construye un singular monumento a Jorge Luis Borges; todo para crear esta molécula que termina llamándose Nocilla Dream.

Esta molécula vuela entre la belleza del vacío existencial y las metáforas de un desierto…

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“Devoramos el mundo, esa bestia sordomuda, para hacernos menos sordos, menos mudos, siguiendo una ley por la cual buscando crear y destruir energía la encuentras en belleza transformada…”
Agustín Fernández Mallo.
-Nocilla Dream.

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Agustín Fernández Mallo, escritor, poeta y físico español, creador del Proyecto Nocilla y otras obras de vanguardia.

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“Cuando estamos vivos absorbemos pasado, aire y presente, cuando estamos muertos absorbemos química, organismos y futuro, aunque este futuro ya de nada valga…” Agustín Fernández Mallo. -Nocilla Experience.

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¿Un Pastiché? ¿Un Cadáver Exquisito aunque solitario? Nocilla Experience es la segunda parte del Proyecto Nocilla y su apuesta narrativa es todavía más arriesgada.

Como físico, Fernández Mallo se centra ya no sólo en sus personajes sino en las moléculas situacionales que estos forman al interactuar con el mundo y las consecuencias emocionales de ello; los personajes están, como todo el universo, conectados de alguna manera, una especie de “efecto mariposa” pero mucho más entregado a la libertad que a la casualidad: una pareja compuesta por un soldado estadounidense y una arquitecto experimental que se conocen durante la guerra de Irak, un joven que decide experimentar con la Narrativa Transpoética y vive en la azotea de un edificio donde coloca fórmulas matemáticas a tender en hojas de papel.
En Nocilla Experience, el autor español va aún más lejos en su “narrativa poético-cuántica”, las situaciones (como mencionamos antes) no sólo se comportan como partículas subatómicas, sino que plantea una síntesis absoluta entre lo científico y lo poético, entre lo artificial y lo natural, con metáforas surreales concretas; uno de los personajes intenta crear memorias con información digital vivientes uniendo ciertos moluscos con discos duros de computadora, otro crea un auto de madera que funciona usando madera carbonizada como combustible…

La alucinación supuesta o no supuesta de un Palacio del Parchís abandonado en Ucrania donde suena una radio sintonizada es definitivamente el planteamiento físico-cuántico más importante y a la vez la metáfora más surreal en la obra.

La aparición de Julio Cortázar a lo largo de momentos críticos que relacionan las historias que forman este supuesto pastiche análogo a una ecuación cuántica, es esencial para comprender el análisis que Fernández Porta plantea en lo que a la sociedad se refiere: la “Teoría de la Soledad Fermiónica”:

“Sólo existen en la naturaleza dos tipos de partículas: los fermiones y los bosones; los fermiones se caracterizan por el hecho demostrado de que puede haber más de dos en un mismo estado, o lo que es lo mismo no pueden estar juntos; la imperfección de los bosones es justamente la contraria: no sólo no pueden estar varios en un mismo estado y juntos, sino que requieren de ese apilamiento, lo necesitan para poder existir…”

Fernández Mallo toma esa clasificación para postular la existencia de personas que no pueden estar cerca por mucho tiempo de alguien, es decir, fermiones.

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Aparición de Julio Cortázar en Nocilla Experience: La Novela Gráfica, ilustrada por Pere Joan.

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“No sé si algún día tendré la fuerza necesaria para volver a ese viaje, a ese viaje hacia los territorios inexplorados de mí mismo, y estoy seguro que de quererlo no lograría encontrarme, soy un evento finito…”
Agustín Fernández Mallo.
-Nocilla Lab.

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La última entrega de este salto al vacío que es el Proyecto Nocilla, el cual el mismo Agustín Fernández Mallo protagonizándose a sí mismo lleva en la funda de una guitarra Gibson Les Paul que supuestamente perteneció a Jimi Hendrix mientras narra a manera de bitácora lo que podría ser el inicio de las Road Novel del futuro. Un hombre y una mujer viajan por sólo para que el autor tenga un aterrador encuentro consigo mismo al que no tendría el valor de regresar; una abstracta y terrorífica crisis de auto psicoanálisis.

Día con día su chica le regala sus bragas y Agustín Fernández Mallo le observa en ellas no sólo su fetiche superficial sino la inexistencia del Yo fuera de la consciencia, como un concepto efímero e inexistente, develando la ilusión de identidad y exponiendo su propia finitud.

La virtud de nuestro autor al terminar la trilogía con Nocilla Lab radica en que lleva el clímax del proyecto hasta el final, donde las situaciones que ha expuesto bajo un comportamiento cuántico se hacen personales y vistas desde uno mismo, desde él mismo, con una narrativa casi documental, sarcástica e hiperrealista.

En este desgarrador final, Fernández Mallo experimenta con la literatura no sólo en el desarrollo estructural de la historia, sino en las texturas de lo escrito: inicia a manera de Road Novel pura y concisa para tornarse en poesía y mutar hacia el terreno del ensayo y la meditación; esta mutación cuántica es expuesta cuando no sólo cambia la tipografía de las letras (la letra cambia y aparenta estar escrita a máquina) sino llega al collage y a la fotografía para explotar por completo aquello que nos atrevemos a llamar lenguaje.

La novela culmina a manera de cómic en un final que no lleva nada más allá del mismo viaje del libro, por lo que podríamos decir que en realidad no culmina, siguiendo los conceptos de la física cuántica…

“¿Quieres café con whisky?” Pregunta el escritor Enrique Vila-Matas a Agustín Fernández Mallo en una plataforma petrolera.

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Epílogo

“¿Productos naturales? ¿De verdad? ¿Qué no ha escuchado hablar del concepto de síntesis? a mí deme lo más artificial que tenga…”
Agustín Fernández Mallo.
-Nocilla Experience: La Novela Gráfica.

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Trabajando con el maestro ilustrador Pere Joan, como parte del proyecto se lanzó posteriormente Nocilla Experience: La Novela Gráfica, con el propósito de serrar la rama en la que la Narrativa Transpoética estaba sentada y obligarla a volar; las ilustraciones van más allá de las viñetas para convertirse en alas: pequeñas obras pictóricas por sí mismas y culminar en la síntesis, en el ave que guía la “formación delta” atravesando los cielos de la historia de la literatura, rompiendo con las estructuras tradicionales y así demostrar que ni siquiera en la literatura, el arte de la lengua, la palabra tiene porque limitar la creación del artista.

No hay nada más artificial que la continua búsqueda por lo natural.

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